Juan Antonio, paciente con lesión medular cervical incompleta, rehabilitándose gracias al exoesqueleto 'HANK' de Gogoa.
DELVE INTO THEIR REHABILITATION STORY
En septiembre de 2020, la vida de Juan Antonio Pozo Gallego cambió inesperadamente. Un día soleado en la playa se convirtió en un punto de no retorno cuando una ola le causó una lesión medular cervical. A pesar de la adversidad, Juan Antonio no se rindió.
"Recuerdo ese día como si fuera ayer", afirma con firmeza. "Fue un golpe devastador, pero sabía que tenía que seguir luchando".
La falta de fuerza en brazos, tronco y piernas, el dolor constante y la fatiga fueron sus compañeros constantes durante los últimos tres años. Juan Antonio recuerda este período con amargura: "He estado yendo de hospital en hospital y de terapia en terapia sin resultados", comparte con pesar. Sin embargo, cuando comenzó su rehabilitación en junio en Movex Clinics, vislumbró un rayo de esperanza.
"Tres veces por semana, me sumerjo en mi proceso de recuperación con el exoesqueleto HANK de Gogoa", comenta Juan Antonio. "Cada sesión es un desafío, pero también una oportunidad para avanzar".
Con el tiempo, experimentó notables mejoras en su fuerza y resistencia. "Al principio, una vuelta era suficiente antes de sentirme fatigado; ahora, puedo caminar de manera continua durante 7-8 vueltas. ¡Es asombroso!".
Su patrón de marcha se volvió más natural, su postura se enderezó y el arrastre de los pies disminuyó. Cada paso resonaba con una nueva cadencia, una melodía de superación que llenaba su espíritu de esperanza.
"Intento coordinar el movimiento con mi cabeza", comparte con una sonrisa de satisfacción. "Siento que, finalmente, estoy recuperando la fuerza que pensé que había perdido para siempre. Ya no tengo tanto miedo a subir y bajar escaleras".
Pero lo más valioso para Juan Antonio es el apoyo brindado por las fisioterapeutas de Movex Clinics, Maite y Carolina. "En cada sesión, su empatía y dedicación son la fuente de inspiración que necesito", dice emocionado. Pero, lo más importante para él, es la ayuda para desconectar y dejar de pensar en las dificultades que encuentra en su camino hacia la recuperación. "Con ellas me siento muy a gusto y muy feliz, me encantan", enfatiza con gratitud.
"Hace 3 años, me dijeron que sería difícil volver a caminar con normalidad y que quedaría postrado en una silla de ruedas", comparte Juan Antonio con determinación. "Pero en Movex Clinics, no solo recuperé la capacidad de caminar, también volví a sonreír". Su historia es un testimonio poderoso de la fuerza del espíritu humano y la capacidad de superar desafíos que parecían insuperables. Movex Clinics es un faro de esperanza para aquellos que buscan mejorar su calidad de vida.